Instalación sonora realizada en el marco de Tejiendo la calle 2025, junto al músico e ingeniero Santiago Lizón.

“La gran tumba de la noche
Su negro velo levanta
Para ocultar con el día
La inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos
Cogiendo nidos y ramas
Rodeado de la aurora
Y llena de noche el alma!”

Fragmento de “Alba”, de Federico García Lorca.

Una de las experiencias más bonitas e inspiradoras de esta vida. Así define Dave Langlois al denominado Coro del alba (1). Un fenómeno que tiene lugar cada primavera en todo el planeta. Un barullo de sonidos estocásticos, aleatorios e imprevisibles. Los pájaros cantan cuando sale el sol. Lucen sus dotes para el cortejo y defienden con fuerza el lugar donde viven.

Sobre modos de hacer y pensar los territorios, Vinciane Despret manifiesta que existen sin ninguna duda gran cantidad de modos de ser del habitar, y que estos modos multiplican los mundos. Plantea que los territorios son objeto de performances que hacen espacios atravesados por afectos. Los pájaros, en su habitar, emplazan territorios de canto a su alrededor (2).

Esta instalación simula un pequeño coro del alba de los campos de la comarca de la Vera, zona especialmente rica en especies de aves. Una interfaz hecha de cables, circuitos, bocinas y calabazas donde anidan silbidos de ruiseñores, carboneros, petirrojos, mirlos y rabilargos, que simula su forma de hacer lugares de vida. Un instrumento sonoro con el que componemos un territorio común donde habitar juntos en una coral que nos conecta con los ritmos y los silencios de las aves.

Grabaciones de sonidos de pájaros por João Tomás, fuente: Xeno Canto.

Foto y vídeo: Asier Rua.

Colaboración en montaje: Ayuntamiento de Valverde de la Vera.

(1) Langlois, Dave (2022). Los cantos de la aves, el orfeón olvidado. Tundra Ediciones.

(2) Despret, Vinciane (2024). Habitar como un pájaro: modos de hacer y de pensar los territorios. La Oveja Roja.